lunes, 8 de agosto de 2011

PKD, Enfermedad poliquistica renal




EL PKD o Enfermedad poliquistica renal es una patologia renal común en gatos, principalmente de raza persa, nuestra compañera Elena Lezcano nos describe que podemos hacer para descartarla previa a la crianza y en que consiste y que debemos hacer en un gato con PKD.


Como siempre tambien puedes bajarte el PDF para tenerlo siempre a mano (pulsa aquí)


ENFERMEDAD POLIQUISTICA RENAL (PKD) EN GATOS PERSA



Cuando un cliente viene por primera vez a nuestra consulta con una cría de gato (en el caso que nos ocupa) de raza Persa o sus cruces, debemos hablarle de esta importante enfermedad congénita que tanta gente desconoce e intentar diagnosticarla lo antes posible.






Las enfermedades congénitas son las que estén presentes en el momento del nacimiento, y algunas de ellas están determinadas genéticamente, como es el caso de la “Enfermedad Poliquística Renal (PKD)” en los gatos de raza Persa.



Esta enfermedad hereditaria se caracteriza por un progresivo crecimiento y desarrollo de quistes renales que destruyen el parénquima funcional, teniendo como principal (y más grave) complicación el desarrollo de una insuficiencia renal debido a la destrucción gradual de dicho parénquima al irse acumulando orina en los quistes. De ahí la importancia que tiene el diagnosticarla lo antes posible.






Esta enfermedad cursa de manera similar a una de las causas más comunes de muerte en cualquier gato, la insuficiencia renal... Ésta es una de las causas por las que el PKD ha pasado desapercibida durante años, y se ha diseminado por la población de gatos Persas.





Su herencia es “autosómica dominante”, es decir, que la presencia de una sola copia del gen mutado es suficiente para que la enfermedad se manifieste (si la madre esta libre de dicha enfermedad, pero el padre la tiene, las crías la heredarán). Es una herencia no ligada al sexo del gato, por lo que no importa si es macho o hembra, ambos pueden padecerla. De ahí la importancia de chequear a todo gato de raza persa (tanto machos como hembras), y no procrear con ellos en caso de que la tengan.



Al ser una enfermedad hereditaria, los quistes están presentes desde el nacimiento del gato aunque su tamaño es, al principio, de menos de 1 milímetro. A medida que el animal se desarrolla y va cumpliendo años, los quistes empiezan a crecer hasta alcanzar varios centímetros. Puede afectar a uno o a ambos riñones, llegando a encontrar entre 20 y 200 quistes. Los problemas aparecen cuando la parte sana del riñón no es suficiente como para que este órgano realice sus funciones, en ese momento aparece la insuficiencia renal. Así mismo el Hígado también puede estar dañado, presentando quistes iguales a los que encontramos en riñón.






Los gatitos más afectados pueden morir por insuficiencia renal a las 8 semanas de vida, aunque no es lo común, siendo más normal que la enfermedad pase desapercibida hasta que el animal tiene varios años (una media de 7 años) y comience a mostrar síntomas de insuficiencia renal (ver más adelante) debido al crecimiento de los quistes.






Por tanto, lo ideal al vernos frente a un gato persa, sea de la edad que sea, esté sano o no, es chequear sus riñones para descartar que no tenga Enfermedad Poliquistica Renal.



Métodos para diagnosticar la PKD:



- La Ecografía es el método no invasivo más específico para diagnosticar una PKD.






Puede realizarse en gatitos a partir de las 6-8 semanas de edad, pero la ausencia de quistes en esta etapa precoz no evita que se puedan desarrollar a una edad más avanzada. En gatitos de 2-3-4 meses es una prueba muy específica (si vemos los quistes, podemos afirmar que tiene la enfermedad), pero poco sensible (si no los vemos, no podemos descartarla).





A partir de los 9-10 meses de vida ya es más fiable, y si nos sale negativo a quistes renales, lo más probable es que esté libre de la enfermedad.



La ecografía no es fiable al 100% hasta el año de edad, momento en el cual, si ésta nos sale normal, nos descarta que en futuro vayamos a tener problemas con la formación de quistes renales.



Por ello, si se le hace la ecografía a una cria de gato Persa, se recomienda repetirla ya pasado el año de vida para asegurarnos de que es negativo.



Recordar siempre chequear el Hígado por si también presenta quistes.





- La Palpación abdominal nos puede revelar renomegalia (aumento del tamaño de los riñones) así como dolor a la palpación de los mismos y notar sus bordes irregulares. Aunque son signos compatibles con otros problemas renales, pero ya puede servirnos de orientación al diagnóstico hasta hacer la ecografía.




- Test genético para determinar PKD el diagnóstico molecular ofrece la ventaja de la detección precoz de individuos asintomáticos portadores del defecto genético. Es un método eficiente, temprano y seguro para seleccionar a los gatos que se van a utilizar como reproductores. Hay varios laboratorios en nuestro país que tienen este servicio.




Se puede hacer entre las 5-10 semanas de edad. Como muestras se pueden enviar:




- Sanger fresca en EDTA




- Un hisopo bucal



Síntomas de Insuficiencia Renal:



El animal nace con los quistes, que van aumentando de tamaño a medida que este crece. Los signos clínicos se presentan entre los 3 y 10 años. Debido a que la enfermedad se manifiesta después de la edad reproductiva, muchas veces se utiliza como reproductores gatos con la mutación, cosa que debemos evitar.




Los signos clínicos que el propietario notará en casa son:





- Poliuria: Excesivo consumo de agua.




- Polidipsia: Aumento de la eliminación urinaria.




- Letargia.




- Anorexia.




- Vómitos.




- Pérdida de peso.




- Deshidratación.



Ante un gato que muestre algunos o todos estos síntomas, se recomienda acudir al veterinario para realizarle una analítica sanguínea y en función de sus resultados, chequear riñón.



Resumiendo, la PKD es una enfermedad que se hereda de padres a hijos, no importa el sexo. Debemos realizar una ecografía renal antes de criar con 2 persas, no usándolos como reproductores en caso de que la tengan. Si el animal es menor de 1 año la ecografía no excluye la enfermedad al 100%, y la forma más fiable sería testar genéticamente una muestra de sangre o un hisopo bucal. Si no corre prisa porque no son gatos de criadero, se puede esperar al año y realizar una ecografía. Si nota que su gato (ya sea una cría, o adulto) bebe mas agua de lo normal, y orina mas de lo normal, no dude en visitar a un profesional…son signos de que el riñón puede estar fallando, y entre antes se diagnostique y se trate, mejor.






El propietario de un gato positivo a PKD debe saber que con el paso de los años podrá sufrir una insuficiencia renal crónica, por lo que a partir de una determinada edad tendrá que ser sometido a frecuentes controles veterinarios, así como estar sometido a dietas y medicaciones que limiten en lo posible el desarrollo rápido de la enfermedad una vez que ésta se ha desarrollado.






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Elena Lezcano Marco. DVM.






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